La noche avanza. Canes Venatici o lo que creo que es aquella constelación, aguardan vigilando en el mar negro infinito. Fieles e incansables, las estrellas siempre están ahí.
Espero al amanecer y cierro los ojos despidiéndome de mis futuras guías.
Alguien se acerca silenciosamente. Con un movimiento delicado, se sienta en el suelo apoyando la espalda en mi lecho. Permanezco inmóvil investigando quién es. El aroma es fresco, joven. Su compañía me sosiega y a la vez, me inquieta. Siento una calma interior y a su vez, una inquietud. No llego a visualizar quién es. Muevo la cabeza, pero no alcanzo a ver.
-¿No puedes dormir?-
Es ella. Sí, es ella. No sé por qué, pero me siento extraño. No me conozco.
Continúa, aunque no he contestado.
-Los turnos por la noche son más duros.-
Hace una pausa.
-Y más aburridos…- Dice mientras suspira una ligera risa.
Intento inhalar su aliento. Apenas lo consigo.
-Al menos puedes moverte.- espeto.
Al momento, siento como la cuerda de mi muñeca derecha se suelta. Levanto el rostro. La veo. Me está mirando. Sonriendo.
sábado, 29 de mayo de 2010
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2 comentarios:
Al final va a ser verdad que la canción de Kepler es "Los Olvidados" de Sidonie.
Y ya sabemos un par de cosas más sobre él.
Bueno, bueno... a ver si va a haber fiesta....
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