La justicia universal existe. Todos acabamos muertos o UNDEADS

Conocido

martes, 20 de octubre de 2009

Le miré a los ojos fijamente mientras él me seguía ofreciendo su mano. No sabía si debía fiarme de una persona que me había estado siguiendo toda una noche.

Me entraron ganas de golpearle. Es una buena manera de empezar una relación. Consiste en atacar de primera instancia para dejar claro los roles, similar a cuando dos machos se disputan el liderazgo de una manada. Se aprendía bastante de los documentales en vhs sobre la naturaleza. Jodido Jony...

Entendí que no era ninguna amenaza. Por un lado, no se habría esperado a la luz del día para iniciar un enfrentamiento frontal. Segundo, delató su sumisión al agachar la cabeza al tenderme la mano.

Le estreché mi mano derecha.

Empezó a esbozar una sonrisa. Se le veía contento. Yo sin embargo, me sentía extraño. Hacía tanto que nadie me había ofrecido su amistad. No sé si así es como se hacían los amigos. Nunca los necesité. Nunca los tuve.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bonito, me has tocado la patata!!

Anónimo dijo...

así me gusta, que nos hagas caso!

Espigol dijo...

Pufffff.... yo no me fiaría ni un pelo de alguien que tiene ese nombre, Gavrilo. Es un nombre bastante peculiar cuya primera entrada en Google cuenta la historia de Gavrilo Princip, asesino de un archiduque Astro-húngaro y de su esposa. Pero uno puede pensar... tampoco es para tanto. Hasta que continúas leyendo, y te cuentan que ese asesinato fue el detonante de la Primera Guerra Mundial.

Mal rollo. Tenderle la mano puede ser pactar con la muerte. Pero tú mismo. Quizás sea el único amigo que tengas jamás porque quizás no haya un nuevo amanecer para ti, tío duro.