La justicia universal existe. Todos acabamos muertos o UNDEADS

Caminos a la perdición

martes, 27 de octubre de 2009

Comencé a caminar en sentido contrario al camión, ignorando la señal de tráfico. Había divisado una pequeña población en la distancia.

Gavrilo reinició la marcha unos segundos más tarde y tuvo que acelerar para seguirme el rastro.

No tenía otra opción que acercarme a cualquier núcleo urbano. Mi plan estaba cambiando. Antes de salir de mi habitación pensaba resguardarme en el campo y las montañas. Ahora me dirigía hacia donde lo que en un principio había intentado evitar. Nunca me había llevado bien con las normas del mundo civilizado. Pero necesitaba alimentos y agua. Un mejor calzado también sería apropiado. La indumentaria no me importaba, incluso puede que me solventase alguna que otra situación. Nadie querría intimidar a un tarado.

Gavrilo me distrajo de mis divagaciones.

-Esa gente es estúpida, se merecen lo que les va a pasar, ¿eh?-

Continué caminando sin contestarle.

-Un momento... ¿tú eres Kepler verdad?-

No disminuí el paso. Se hizo un silencio largo. Le miré de reojo. Me estaba acercando a la población.

-¿Es verdad eso que dicen?-

-Cállate- le espeté.

Un cuerpo tambaleante se asomaba por el medio de la carretera que entraba al pueblo.

Cerré los puños con fuerza y comencé una carrera ligera por el asfalto.

1 comentarios:

Espigol dijo...

Yo creo que es mala idea que vayas a núcleos urbanos, a no ser que te ronde por la cabeza abandonar ahí a Gavrilo para que se lo coma un zombie y no te asesine el día de mañana.

Comida, bebida y ropa, puedes encontrar seguro en zonas menos pobladas. Y además, estarás mucho más seguro en un sitio tranquilo y silencioso dónde podrás oir acercarse a esos seres.

Por cierto, coge buena carrerilla y dale una patada voladora al zombie que has visto!! Ese es el chico duro que yo conozco y no la nenaza que quiere tener amigos. :D